Cinco formas de bienestar, es un conjunto de cinco acciones simples basadas en la evidencia que pueden mejorar el bienestar en la vida cotidiana.
Las Cinco formas de bienestar se presentaron a Aotearoa Nueva Zelanda en 2009 como parte de la Semana de concientización sobre la salud mental, sobre la base del trabajo realizado por la nueva fundación de economía (NEF siglas en ingles) para el Gobierno del Reino Unido.
Este artículo tiene como objetivo desarrollar la confianza en las organizaciones y los trabajadores de que su comunicación de los mensajes está respaldada por las mejores prácticas, se basa en una buena comprensión de la evidencia y refleja un enfoque nacional coherente. La “Mental Health Foundation” ha encargado una revisión de cómo las 5 formas de bienestar se han implementado en Nueva Zelanda desde 2009.
La Mental Health Foundation cree que uno de los objetivos clave de un gobierno democrático es promover la buena vida: una sociedad floreciente donde los ciudadanos sean felices, saludables, capaces y comprometidos. En otras palabras, una sociedad donde las personas tienen altos niveles de bienestar.
En los últimos años, se ha pasado del enfoque de la enfermedad solo a una mayor atención en el bienestar, tanto en la política como en la práctica de la salud.
1. Dar (Su tiempo, sus palabras, tu presencia)
Dar es más que solo compartir cosas materiales con otros. Se trata de cultivar un espíritu de generosidad y promover la participación activa en la vida social y comunitaria.
El voluntariado y la participación de la comunidad se han relacionado fuertemente con los sentimientos positivos y el funcionamiento. Se ha encontrado que ayudar a los demás, compartir las habilidades y los recursos, y los comportamientos que promueven un sentido de propósito y orientación de equipo, ayudan a aumentar la autoestima y producen un resultado positivo del efecto emocional.
Dar es importante para todos los grupos de edad. Ayuda a desarrollar una sólida cognición social en los niños, un sentido de propósito y autoestima en los adultos y particularmente en las personas mayores que han dejado la fuerza de trabajo y tienen tiempo para ofrecer.
2. Ser activo (Haz lo que puedas, disfruta lo que haces, mueve tu estado de ánimo)
La investigación muestra una fuerte correlación entre la actividad física y el aumento del bienestar, así como tasas más bajas de depresión y ansiedad. Ahora se considera esencial para personas de todas las edades y se ha demostrado que ralentiza el declive cognitivo relacionado con la edad.
La evidencia sugiere que la actividad física puede aumentar la autoestima, la capacidad de enfrentar situaciones difíciles y proporcionar un sentido de dominio. También puede tener el beneficio de fomentar las interacciones sociales.
La actividad física no necesita ser particularmente enérgica para ser beneficiosa. El esfuerzo moderado de tres a cinco veces por semana puede reducir significativamente los síntomas de depresión, pero las mejoras también se pueden ver a partir de sesiones individuales de ejercicio de menos de 10 minutos.
3. Seguir aprendiendo (Acepta nuevas experiencias, oportunidades y sorpréndase)
Aprender, permanecer curioso y establecer metas es importante para todas las edades. Para los niños, conduce a un desarrollo cognitivo y social positivo, mientras que para los adultos puede conducir a mejoras en la autoestima, la interacción social y una vida más activa e involucrada. También se ha demostrado que es eficaz para prevenir la depresión en los últimos años.
El aprendizaje de adultos, en particular, incluye elementos de fijación de metas, que está fuertemente asociado con niveles más altos de bienestar. Esto es particularmente cierto cuando los objetivos se autogeneran, se enfocan positivamente y se alinean con los valores personales.
Aprender es más que solo una actividad para la educación formal. Puede incluir cualquier enfoque para mantener la curiosidad y una mente inquisitiva.
4. Prestar atención (Apreciar las pequeñas cosas, disfruta el momento)
Desarrollar habilidades que aumenten la conciencia de lo que está sucediendo de inmediato, tanto física como mentalmente, dentro y alrededor de nosotros, puede mejorar el bienestar. Incluso los cursos cortos que enseñan técnicas simples pueden mejorar el bienestar durante varios años.
Se han realizado muchas investigaciones sobre la atención plena, que se ha demostrado que tiene efectos positivos que incluyen el autoconocimiento elevado. Sugiere que una conservación abierta es particularmente valiosa para elegir comportamientos que sean consistentes con las necesidades, valores e intereses de cada uno. La alineación con los valores de uno también es una forma efectiva de garantizar que el cambio de comportamiento se incruste en el tiempo.
Los enfoques específicos que se han demostrado para mejorar el bienestar incluyen la gratitud, perdón, reflexión y desarrollo de significado.
5. Estar conectado(Hablar y escuchar, sentir la conexión)
Sentirse cerca de otras personas y valorado por ellos es una necesidad humana fundamental. A lo largo de todas las edades, las relaciones y la participación en una vida social son fundamentales para el bienestar mental y los amortiguadores efectivos contra el trastorno mental.
Las relaciones sociales fuertes son de apoyo, alentadoras y significativas, y una red social más amplia también es importante para los sentimientos de conexión y autoestima. El mensaje clave de estar conectado es dar tiempo y espacio para fortalecer y ampliar mediante las redes sociales es importante para el bienestar.
El bienestar de las personas está ligado al bienestar de sus comunidades, por lo que las acciones que se centren únicamente en beneficios individuales e introspectivos no serán tan efectivas, como aquellos que enfatizan la importancia de fomentar las relaciones con los demás.
Fuente: Mentalhealth
