Nueve científicos nos comparten sus experiencias con sus actividades diarias buscando la felicidad.
¿Cómo podemos crear un mundo más feliz?
Esa pregunta está hoy en la mente de muchas personas, mientras celebramos el sexto Día Internacional de la Felicidad . Este evento surgió de una resolución de las Naciones Unidas que afirmaba la felicidad como un objetivo humano fundamental, y sugirió que deberíamos abordar el crecimiento económico de una manera que promueva el bienestar para todos.
Los sistemas sociales y las instituciones tienen un papel que desempeñar en nuestra felicidad, y eso es evidente en el Informe Mundial de Felicidad de este año. Los investigadores clasificaron a los países según su nivel de felicidad promedio y descubrieron, por ejemplo, que el PIB, la esperanza de vida, la libertad y la corrupción hacen la diferencia. En el ranking, Finlandia, Noruega y Dinamarca salieron en la cima. Estados Unidos bajó cuatro puestos al número 18.
Esa es la gran imagen. Pero la felicidad también es una búsqueda muy individual, y hay actitudes y hábitos que podemos cultivar en la vida diaria que mejorarán nuestro bienestar personal.
Para obtener algo de inspiración, decidimos preguntar a los expertos, los investigadores que realmente están estudiando el bienestar, acerca de sus prácticas favoritas de felicidad. Muchas de sus nominaciones se alinean con el tema del Día Internacional de la Felicidad de este año en torno a las relaciones, la bondad y ayudarse mutuamente.
Jane Dutton, profesora de administración de empresas y psicología en la Universidad de Michigan: Mi ejercicio favorito de felicidad basada en la investigación es estar alerta a las conexiones de alta calidad (HQC) que tengo con otras personas durante el transcurso del día. Sé que es una conexión de alta calidad cuando percibo vitalidad y energía positiva en la interacción, incluso si es un extraño. Mi práctica es observar, saborear, elaborar y recordar estos HQC, que son como vitaminas que me fortalecen desde adentro.
Laurie Santos, profesora de psicología y ciencias cognitivas en la Universidad de Yale: Mi ejercicio favorito de felicidad es la Meditación de bondad amorosa. Encuentro este tipo de meditación mucho más fácil que otras meditaciones más inspiradas en la respiración, y siempre me sorprende lo centrado que me hace sentir. También me encanta ver los efectos posteriores que tiene esta práctica en mis interacciones con los demás y mi paciencia con mis propios defectos.
Judson Brewer, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts: buscando la felicidad practico siendo ¡Amable bondadoso! Me llevó años abrirme paso para darme cuenta de lo dulce que es esta ejercicio. Durante mi entrenamiento de residencia en psiquiatría, aprendí literalmente sobre la marcha: mientras iba en bicicleta al trabajo, comencé a jugar ofreciendo bondad a los conductores que me tocaban la bocina, y descubrí que cuando llegué al hospital estaba tranquilo y feliz en lugar de enojado con esos conductores. “Esa práctica me cambia la vida”.
Kristin Layous, profesora asistente de psicología en la Universidad Estatal de California, East Bay: Buscando la felicidad practico gratitud. Las cartas de gratitud pueden ser tan conmovedoras, pero también creo que tomar nota de lo que es bueno en tu vida es bastante poderoso (como contar bendiciones). No llevo un diario de mis bendiciones, pero a veces, cuando mi mente deambula o parece tener un sesgo negativo, trato de volver a centrarme en las cosas realmente buenas de mi vida, y me ayuda a no pensar en lo malo.
Elizabeth Dunn, profesora de psicología en la Universidad de Columbia Británica: ejercicio. Aunque estoy muy ocupado, dedico una hora todos los días para correr, nadar, andar en bicicleta o hacer yoga. Además de leer la investigación pertinente, he monitoreado mi propio estado de ánimo y descubrí que esta práctica marca una gran diferencia para mi felicidad.
Hedy Kober, profesora asociada de psiquiatría y psicología en la Universidad de Yale: Buscando la felicidad mis ejercicios favoritas son la meditación, gratitud, ejercicio físico. Juntos, me mantienen flexible y fuerte. Mantienen mi mente despejada, mi corazón abierto y mi cuerpo con energía.
Michael Norton, profesor de administración de empresas en la Escuela de Negocios de Harvard: la investigación de Chris Hsee sobre la sobreexperiencia muestra que estamos tan obsesionados con la acumulación que nos olvidamos de disfrutar. A menudo pienso en esto, cuando pienso en lo que vale la pena acumular en la vida, y lo que no.
Tim Kasser, profesor de psicología en Knox College: Las investigaciones muestran que las personas que persiguen objetivos intrínsecos de crecimiento personal, afiliación y sentimiento comunitario consiguen un mayor bienestar que aquellos centrados en objetivos extrínsecos para el dinero, la imagen y el estatus. Es por eso que paso mucho tiempo tocando el piano y trabajando en el jardín, charlando con mi esposa y mis hijos, y siendo voluntario, y trato de pasar el menor tiempo posible de compras o preocupándome por lo que otras personas piensan sobre mi apariencia o estatus.
Gregory Fricchione, jefe asociado de psiquiatría del Hospital General de Massachusetts: Se trata de sentirme agradecido por estar conectado con mi familia y mi comunidad. Es en lo que elijo meditar. Ese sentimiento que percibimos en los intensos momentos de apego con los que somos bendecidos define mejor para mí lo que en religión llamamos el Espíritu Santo. Josiah Royce escribió que este Espíritu Santo es lo que nos une en la Comunidad Amada.
