¿Qué es exactamente la ansiedad?
La ansiedad es la reacción de nuestro cuerpo ante el peligro percibido o eventos importantes. La ansiedad es como un sistema de alarma interno. Nos alerta sobre el peligro y ayuda a nuestro cuerpo a prepararse para enfrentarlo. Por ejemplo, nos permite saltar del camino de un automóvil que circula a gran velocidad. También nos ayuda a rendir al máximo, como cuando estás estudiando para ese examen final. La ansiedad es algo que todos experimentan de vez en cuando.
DR. EXPERTO:
¿Qué pasa cuando estoy ansioso?
Cuando estamos ansiosos, afecta nuestros pensamientos, nuestro cuerpo y nuestras conductas. Cuando te enfrentes a un peligro real, tendrás pensamientos preocupantes enfocados en el peligro, tu cuerpo acelerará para ayudarte a lidiar con el peligro, y tomarás medidas para alejarte o combatir el peligro. Entonces, la ansiedad te protege, es cómo hemos evolucionado y nos mantenemos vivos como especie. Sin ansiedad, ¡estaríamos extintos!
Por ejemplo
Imagina que estás paseando a tu perro, y una mofeta (zorrillo) sale de entre los arbustos. Tendrás pensamientos sobre el zorrillo como “¿Qué pasa si nos rocía?” Tu cuerpo también reaccionará (las pupilas se dilatan, el corazón late más rápido, los músculos se tensan) y probablemente intentarás huir.
DR. EXPERTO:
He oído hablar de algo llamado “luchar-huir-congelarse”, ¿qué es eso?
La ansiedad desencadena algo llamado la respuesta “luchar-huir-congelar”. Esta respuesta automática lo ayuda a enfrentar el peligro. Por ejemplo, puede gritarle a su madre por empujarlo a que tome su examen de manejo cuando no se siente listo (pelear). Puede evitar ir a una fiesta o irse temprano porque se siente incómodo con personas que no conoce (huir). O bien, puede congelarse y esperar que el peligro no lo note, como cuando su mente se queda en blanco cuando el maestro le hace una pregunta.
Esta cosa de luchar y huir es genial. Es como tener poderes de superhéroe que puedes activar cuando necesitas protegerte.
DR. EXPERTO:
Como te protege tu cuerpo?
Para mantenerte a salvo, tu cuerpo se acelera para lidiar con el peligro. Todos esto es normal. Aunque a veces pueden sentirse realmente incómodos, NO son peligrosos. Nadie se ha vuelto muy enfermo o ha muerto solo de ansiedad. Recuerde que la ansiedad siempre desaparece eventualmente aunque haga algo.
Descubra las maneras geniales en que las partes del cuerpo cambian para protegerlo del peligro.
Dedos
Cuando te enfrentas al peligro, la sangre de tus dedos comienza a moverse hacia músculos más grandes, como tus bíceps. Estos músculos más grandes necesitan energía para ayudarte a luchar o correr. Sus dedos pueden sentirse entumecidos, fríos o con hormigueo a medida que la sangre se aleja de ellos.
Músculos del brazo
Cuando te enfrentas al peligro, tu cuerpo se tensa, por lo que estás listo para entrar en acción. Los músculos de los brazos se tensan para poder atacar el peligro, alejarse o quedarse quieto.
Cabeza
Cuando respira demasiado rápido o demasiado profundo, puede sentirse un poco mareado. Esto se llama hiperventilación. No te preocupes ¡No es peligroso! Su cuerpo solo está tratando de llevar más oxígeno y sangre a sus músculos grandes para que pueda luchar, correr o mantenerse quieto.
Ojos
Cuando te enfrentas al peligro, tus pupilas se agrandan para dejar entrar más luz y así puedes detectar mejor el peligro. Esto puede hacer que las cosas parezcan más luminosas o borrosas, e incluso puede ver algunas manchas negras u otros efectos visuales.
Glándulas sudoríparas
Tu cuerpo trabaja duro para ayudarte a prepararte para el peligro. Se necesita mucha energía, lo que puede provocar que su cuerpo se caliente. El sudor de las axilas, palmas o frente se enfría por el cuerpo.
Corazón
Cuando su cuerpo se prepara para la acción, se asegura de que la sangre y el oxígeno se bombeen a los músculos principales, como el bíceps o los muslos. Esto te da energía y poder para atacar al peligro o huir tan rápido como puedas.
Estómago
Cuando tu cuerpo piensa que estás en peligro, pone todos sus recursos para protegerte. Otros sistemas en tu cuerpo (como tu sistema digestivo) disminuyen la velocidad, porque tu cuerpo piensa que darte energía para enfrentar el peligro es más importante que digerir ese sándwich que tenías para almorzar. Por supuesto, esto significa que es posible que sienta un malestar estomacal en ese sándwich sentado en el ácido del estómago mientras espera ser digerido una vez que pasa el peligro.
Músculos del muslo
Cuando te enfrentas al peligro, tu cuerpo se tensa, por lo que estás listo para entrar en acción. Los músculos de las piernas se tensan para que pueda escaparse, luchar con las patadas o mantenerse quieto.
Dedos de los pies
Cuando enfrenta el peligro, la sangre de los dedos de los pies comienza a moverse hacia los músculos más grandes, como los muslos. Esto se debe a que esos músculos más grandes necesitan energía para ayudarlo a luchar, correr o congelarse. Sus dedos de los pies pueden sentirse entumecidos, fríos o con hormigueo a medida que la sangre se aleja de ellos.
Fuente: AnxietyBC