La obesidad puede ser causada por una combinación de varios factores. A continuación, se presentan algunas de las causas comunes de la obesidad:
Factores individuales
Los conocimientos, habilidades y comportamientos individuales pueden influir en el riesgo de obesidad. Esto incluye la falta de actividad física, la elección de una alimentación poco saludable, la falta de sueño de calidad y otros factores relacionados con el estilo de vida y las decisiones personales. La falta de actividad física, especialmente cuando se combina con largas horas de tiempo sedentario frente a la televisión, computadora u otras pantallas, se ha asociado con un índice de masa corporal (IMC) alto. Además, la falta de sueño de calidad y la falta de horas de sueño suficientes también se han relacionado con un IMC alto.
Factores ambientales
El entorno en el que vivimos también puede desempeñar un papel importante en la obesidad. Factores como la disponibilidad y accesibilidad de alimentos poco saludables, la influencia de la publicidad y el marketing de alimentos, las normas y valores sociales y culturales, y el entorno escolar, laboral y comunitario pueden influir en el riesgo de obesidad.
Factores genéticos y hereditarios
Existen influencias genéticas en el peso corporal y la tendencia a desarrollar obesidad. Algunas personas pueden tener una predisposición genética que las hace más propensas a ganar peso y tener dificultades para perderlo.
Factores fisiológicos
Ciertas condiciones médicas y trastornos hormonales pueden contribuir al desarrollo de la obesidad. Algunos ejemplos incluyen el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el hipotiroidismo y la resistencia a la insulina.
Es importante tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial, y las causas pueden variar de una persona a otra. Además, es posible que existan interacciones complejas entre los factores genéticos, ambientales y de estilo de vida que contribuyen al desarrollo de la obesidad. Mantener un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, actividad física regular y hábitos de sueño adecuados puede ayudar a prevenir la obesidad y promover un peso saludable.
Fuentes: NIH, MayoClinic